Cuando quiero relajarme casi siempre pienso en agua y uno de los recuerdos más agradables que conservo de mi infancia en Asturias es el ruído del río cuando todo estaba en silencio y me iba a dormir.
Desde que descubrí a Masaru Emoto y sus experimentos con el agua, gracias a una conferencia de Emilio Duró sobre el coeficiente de optimismo, me he hecho más consciente de la importancia que tienen nuestros pensamientos en la realidad que vivimos y en cómo nos sentimos. Si no has visto el documental "¿Y tú qué sabes?" y te gusta plantearte preguntas para revisar tus creencias te lo recomiendo, yo no dejo de descubrir cosas interesantes cada vez que lo vuelvo a ver.
Te dejo un vídeo donde se resume el trabajo de Emoto y se plantea una pregunta interesante:
Un abrazo,
Silvia
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Gracias por enriquecerme con tu punto de vista