El Yoga es un estado en el que se da la unión, conexión o equilibrio del cuerpo mental, el cuerpo físico y el cuerpo emocional. Es lo que experimentamos cuando lo que pensamos, lo que hacemos y lo que sentimos están en armonía. Nos permite estar presentes, vivir en el aquí y ahora y sentirnos conectados con lo que nos rodea.
Lo que comúnmente conocemos como yoga es el yoga físico o hatha yoga, una de las formas de llegar a ese estado de unión, en el que se trabajan la respiración y las asanas (posturas en las que te estiras).
Nuestro cuerpo nunca miente, nos refleja los desequilibrios que sufrimos y guarda nuestras memorias emocionales. Trabajando el cuerpo de forma consciente y amorosa liberamos energías bloqueadas y recuperamos nuestra armonía.
Existen también el yoga mental, el yoga del conocimiento, el yoga del servicio o de la acción y el yoga de la devoción, que son formas diferentes de buscar el mismo estado de conexión o equilibrio.
También encontrarás muchísimas escuelas diferentes y variaciones del yoga. Te aconsejo buscar la que te ayude a sentirse bien en cada momento, no hay una receta mágica, guíate por tu intuición y prueba hasta que encuentres lo que a ti te sirve. En mi opinión, es más importante la persona que imparte la clase y el ambiente creado que la técnica o herramienta concreta que se emplee en cada momento.
En mi trabajo como veterinaria durante 12 años conocí a algunas personas en un estado bastante próximo al Yoga y que no habían practicado una asana en su vida ni sabían lo que era, simplemente vivían felices disfrutando de su trabajo, sus relaciones y en contacto con la naturaleza.
Estando con niños descubres que vienen de serie con el yoga instalado pero van "desconectándose" a medida que crecen por solidaridad y amor hacia sus figuras de referencia, que somos los adultos estresados y desconectados que los educamos y les servimos de modelo.
Practicar yoga es útil para que los mayores recuperemos nuestra "unión" y los pequeños la mantengan. Todos hemos sido niños y todos albergamos en nuestro interior a un niño herido que sigue buscando amor, es nuestra obligación dárnoslo y dejar de buscar que otros nos lo den, sólo así nos convertimos en adultos y dejamos de proyectar en los demás nuestras neurosis.
Los niños entienden la vida desde el "yo siento", se entusiasman a cada momento y buscan motivos para reirse y disfrutar, para amar a los demás aceptándolos tal y como son. Para ellos todo es posible, todo es y todo está bien. Ellos nos hablan desde el corazón y no desde la razón y tienen mucho que enseñarnos.
El yoga en Familia es una herramienta perfecta para que los padres o personas de referencia aprendamos de nuestros hijos a Ser y a Estar, a sentir y a emocionarnos, a disfrutar y a parar el tiempo.
Para mí, la felicidad de mi hija Pilar es lo más importante y para ella, con siete años, compartir juegos con sus padres es una necesidad. Con el Yoga he descubierto que puedo disfrutar con mi hija mientras hago algo por mi bienestar, flexibilizando mi cuerpo y mi mente.
Encontrar la forma de pasar tiempo con mi familia sin renunciar a mi desarrollo personal es uno de mis objetivos y sé que no soy la única, por lo que mi proyecto como emprendedora pretende ayudar a otras personas a crecer personalmente sin tener que renunciar por ello a disfrutar de su familia.
Si crees que "conectas" conmigo espero conocerte pronto, llámame y consulta cualquier duda que te surja, tus preguntas me ayudarán a mejorar!!!
Un abrazo,
Silvia
