Zaskandil

¿Por qué zaskandil?

Porque me recuerda a mi niñez, cuando mi abuela me decía: "Anda, que estás hecha una buena zascandil" y me hace sentir con ganas de no pararme quieta, disfrutar de todo y reconciliarme con aquella niña que fui.

Me parece una palabra preciosa y muy expresiva por lo que me sorprendió que su significado según la Real Academia Española sea "hombre despreciable, ligero y enredador". Ya en el siglo XVIII se utilizaba con el sentido del golpe repentino que hace el candil al caer y el origen de la palabra parece ser la acción de echar tierra al candil para apagarlo cuando hay bronca.

Para mí siempre ha tenido un significado cariñoso y, tras encuestar a mis conocidos y googlear un poco, confirmé que su uso más vivo es este:
-"niño vivaracho, travieso y revoltoso"
-"niño inquieto que no para de ir de un lado a otro disfrutando más del ir y venir que de llegar a algún sitio"
-"persona que deambula o pulula de un lado a otro"

Me encantó escuchar la sección "Palabras moribundas", del programa de RNE "No es un día cualquiera", con Pilar García Mouton, que le dedicaron.

El motivo de la K en zaskandil ya no es tan bucólico, el dominio con C ya estaba ocupado por una compañía de teatro y, aunque siempre he renegado de la nueva moda de usar K a diestro y siniestro en los mensajes y chats, me pareció que, si lo que quiero es cambiar, yo debo ser la primera en adaptarme a los "kambios". Aunque con mis 36 añitos me siento como una jovenzuela, no dejo de ser consciente de que las generaciones posteriores vienen con las nuevas tecnologías ya instaladas y a mi me cuesta más trabajo adaptarme a todo esto, aunque no por ello voy a dejar de hacerlo. Así que la k para mi representa el cambio constante que busco para no dejar de crecer y mejorar.

Un abrazo,
Silvia