jueves, 31 de enero de 2013

Cómo ser Emprendedor y no morir en el intento

¡¡¡Holaaa!!!

Acabo de ver un vídeo precioso que me ha tocado la fibra sensible y con el que se me han humedecido los ojos. Quiero compartirlo contigo por si a ti también te alegra el día...

Yo soy emprendedora y, aunque tú no lo sepas aún, tú también lo eres. Seguro que en algún momento de tu vida has comenzado algún proyecto que sólo existía en tu mente y que tú creaste y lograste plasmar en el mundo físico. Tenías un sueño y lo convertiste en realidad. Mi mayor éxito como emprendedora ha sido mi hija y el proyecto continúa, cada día más apasionante!

Estoy convencida de que el futuro es lo que nosotros hacemos que sea y de que la salida de la famosa crisis pasa por un cambio de mentalidad a nivel colectivo. Y los colectivos los formamos individuos, que somos los que cambiamos la realidad, siempre de dentro hacia fuera. Primero cambio yo y con mi ejemplo ayudo a otros a cambiar. La cosa no funciona esperando a que cambien las circunstancias o los demás o la situación económica o el gobierno de turno.

La situación laboral del país la constituyen las situaciones laborales individuales de sus ciudadanos, así que si quieres que algo cambie puedes empezar por mejorar tu situación personal. Así aportas tu granito de arena, ya sabemos que gota a gota se forma un océano. ¿Te gusta tu trabajo? ¿Estás satisfecho con tu situación actual? ¿Crees que puedes hacer algo para mejorarla?

Si todavía no te ha salpicado demasiado la crisis y tienes un empleo que consideras más o menos estable recuerda que "cuando las barbas del vecino veas pelar pon las tuyas a remojar". Lo que está ocurriendo es algo real, un cambio de paradigma desde la era industrial hacia la era del conocimiento y la conciencia. Y tú decides cómo lo vives, desde el miedo o desde el amor.

Y lo que va a pasar es que si tu trabajo se puede automatizar o lo puede hacer alguien por menos dinero en cualquier lugar del mundo, puedes tener la certeza de que tarde o temprano será una realidad que te bajen el sueldo o te sustituyan. Pura lógica, las empresas han de ser rentables y flexibles para poder sobrevivir.

Y los micronegocios aumentarán y crearán una red enorme y las coorporaciones gigantescas irán disminuyendo porque los cambios son demasiado rápidos y les cuesta mucho adaptar sus estructuras a ellos. Cuando se dan grandes cambios sobreviven los que mejor se adaptan a los mismos, no los más fuertes.

 Y ¿qué puedes hacer? Pues dejar de pre-ocuparte y quejarte de lo mal que están las cosas y lo injusto que es todo y empezar a ocuparte de tu futuro. Las decisiones que tomas hoy son las que crean tu vida mañana. Y si quieres resultados diferentes deberás emprender acciones diferentes. Y lo de confiar tu futuro a un único empleo por cuenta ajena es muy arriesgado, mucho más que empezar a diversificar tus fuentes de ingresos emprendiendo cosas nuevas.

Hoy en día emprender es más fácil que nunca, estamos en la era del conocimiento y cualquiera puede convertirse en emprendedor invirtiendo poquísimo dinero y muchísima energía. Sólo necesitas identificar cómo puedes ayudar a los demás aprovechando tus pasiones y tus dones, un sueño claro y un plan que te ayude a convertirlo en realidad. Claro que tendrás que salir de tu zona de confort, aprender cosas nuevas, superar tus miedos, conocerte a fondo y lanzarte a la aventura. Y nadie dice que sea fácil. Lo que sí te aseguro es que es apasionante.

Empezar en pequeño y compaginándolo con tu ocupación actual es la forma menos traumática, pasito a pasito se llega lejos. También puedes hacerlo a lo bestia y lanzarte de cabeza como hice yo... las pasas canutas pero siempre encuentras recursos con los que no contabas y creces a pasos forzados. No existen fórmulas mágicas, busca lo que a ti te sirva en la situación que estés viviendo.

Y como inspiración para empezar o para seguir adelante y perseverar si ya estás en ello existen testimonios como los siguientes de personas como tú y como yo que un día decidieron emprender y triunfaron. Y comparten con nosotros las historias de sus comienzos.

No sé a ti pero a mí me ayuda muchísimo el encontrarme personas humildes y valientes que se atreven a contar la cara B del éxito, las dificultades, los obstáculos, las caídas y los sacrificios que vivieron por el camino y que fueron las que les llevaron a ser lo que son hoy. Gracias a ellos y gracias al Master de Emprendedores por compartirlo.


Un abrazo gigante,
Silvia

domingo, 13 de enero de 2013

Mi Parto

¡¡¡Hola!!!

Pufff, cuánto tiempo sin aparecer por aquí...

Hoy quiero compartir contigo por qué he decidido dedicarme al Yoga en el Embarazo, que tiene mucho que ver con mi experiencia al dar a luz.

Durante mi embarazo recuerdo haberme sentido como una Diosa en muchos momentos, a pesar de las naúseas, mareos y situaciones emocionales conflictivas que vivía por aquel entonces. Me sentía fuerte y poderosa y aún así acabé renunciando a mi poder. Y dejé que los demás decidieran por mí. Y obedecí a los expertos. Y me desconecté de mi intuición y mi voz interior.

Mis miedos inconscientes y la total desconexión de mi cuerpo me llevaron a vivir un parto y un puerperio totalmente traumáticos. Pilar nació hace ya casi ocho años por cesárea programada por presentación de nalgas. Recuerdo que, gracias a mi ignorancia, yo estaba encantada porque no iba a tener que parir y me convencí de que la cesárea sería maravillosa, más "fácil" que vivir un parto vaginal que me aterraba.

Pero las cosas no siempre salen cómo una planea. Todo se complicó y perdí el control de la situación. Yo que siempre he sido tan controladora. Y descubrí que la cesárea es algo bastante más serio de lo que pensaba. Me sentí indefensa, incapaz, impotente, abandonada y muy sola. Durante muchos años he cargado con toneladas de dolor, rabia y culpabilidad por haber permitido que todo aquello me sucediera: ¿era imprescindible la cesárea? ¿por qué la adelantaron? ¿por qué la insensibilidad de la mayor parte del personal sanitario? ¿por qué la falta de información y de capacidad de decisión? ¿por qué la anestesista y la ginecóloga fueron tan frías y distantes? ¿por qué tanta prisa en el quirófano? ¿por qué la anestesia general totalmente inesperada? ¿por qué la separación de mi hija durante las primeras horas? ¿por qué me desperté llorando en una sala de reanimación preguntándome si mi niña estaba viva y a dónde se la habían llevado? ¿por qué fui la última en verla? ¿por qué la falta de apoyo en el hospital a mi decisión de dar el pecho? ¿por qué las grietas sangrantes al inicio de la lactancia? ¿por qué aquel dolor que me desgarraba las entrañas en la cicatriz? ¿por qué mi depresión post-parto encubierta por una sonrisa profidén? ¿por qué me sentía tan vacía si tenía una niña sana y preciosa? ¿por qué las cosas no salieron como yo esperaba? ¿era necesario tanto sufrimiento?

Todas estas preguntas me han atormentado muchísimo tiempo, el que necesité para aceptar la respuesta: era la experiencia que yo necesitaba vivir para poder ser hoy quien soy y para ser capaz de comprender el sufrimiento innecesario de millones de bebés y mujeres durante una fase fundamental en sus vidas: el embarazo y el parto. Y bendigo y agradezco mi vivencia por haberme permitido descubrir tanto sobre mí misma y sobre mi sombra. Y me felicito por tener las agallas de superarlo, llorarlo y respirarlo y quedarme con lo mejor de la historia, mi hija y el yoga. Y por haberme dado una buena parte del impulso necesario para cambiar de vida y dedicarme a algo que me encanta y con lo que puedo ayudar a muchísimas personas.

Hoy sé que existen formas maravillosas y empoderantes de vivir el embarazo y el parto desde la conciencia y el amor. Y he conocido a mujeres que las han vivido y sirven de ejemplo para las demás. Y también he hablado con muchas más que guardan en su alma las cicatrices de sus partos. Pero el sufrimiento no es necesario y las cosas están cambiando. Y el cambio empieza en cada mujer que decide vivir su embarazo de forma consciente y responsable. Y que busca información y apoyo para prepararse y poder decidir libremente cómo disfrutar de uno de los momentos más importantes de su vida y de la de su hijo. Porque la forma en que nacemos nos marca y todo cambia si venimos al mundo rodeados de amor en vez de violencia, aunque esta sea socialmente aceptada y disfrazada como avance científico y te la vendan "por tu bien".



Para entender el sufrimiento de los demás es preciso ponerse en su lugar y con vídeos como este resulta más sencillo, o no?

Y tras sufrir podemos optar por dos caminos:
   -cerrarnos y bloquear nuestras emociones perpetuando nuestros miedos y nuestro papel como víctimas/verdugos, que fue lo que hice yo durante varios años.
   -o abrirnos y experimentar las emociones atascadas para liberar el pasado y poder crear un presente diferente.

Esto es lo que llevo haciendo los dos últimos años y para ello he necesitado el apoyo de maestros y testigos cómplices que me sostuvieron cuando me derrumbé y me ayudaron a levantarme reinventada y fortalecida. En el tema del parto han sido fundamentales dos seres muy especiales a los que quiero darles las gracias de corazón: Óscar y Elizabet. Con su ayuda, he sido capaz de transformar mi sufrimiento en una labor útil y gratificante con la que puedo ayudar a los demás: mis clases de yoga en el embarazo.

Contar tu parto es algo terapeútico y liberador y yo he conseguido hoy por primera vez hacerlo sin llorar o ponerme a la defensiva, llegué a pensar que nunca sería capaz...Gracias por escuchar sin juzgar.

Un besazo,
Silvia