martes, 22 de mayo de 2012

¿Luchas o cambias?

¡¡¡Hola!!!

"Lo que resistes persiste y lo que aceptas se transforma"

Me ha costado muchos años llegar a comprender la frasecita, muchas luchas contra el mundo que no eran otra cosa que luchas conmigo misma. Mirando atrás me veo intentando convencer a los demás de que "yo" tenía razón y recuerdo que me parecía estupendo discutir y llevar la contraria, qué derroche de energías y cuánto sufrimiento...

Afortunadamente, lo viví todo y gracias a todas esas batallas y esas luchas contra el mundo llegué al estado de agotamiento total que me impulsó a cambiar en serio. Porque lo de intentar cambiar a los demás ya lo he probado y no me ha funcionado nada bien, te lo aseguro. Pero tuve que experimentarlo y estoy agradecida por ello, me permitió aprender que el cambio real y duradero sólo puede tener lugar dentro de mí.

Lo primero que hice fue empezar a hacer cosas diferentes (parece de perogrullo pero no lo solemos hacer), lo de leer libros me encanta y la teoría está muy bien pero sólo cuando te pones en marcha y experimentas contigo misma aprendes de verdad. Mi zona de confort eran mi casa, mi familia y mis amigos, mi trabajo de siempre y mis libros. He comprobado en mis carnes que todo aprendizaje está siempre fuera de esa zona de confort y te aseguro que ahora que la he hecho más grande, tengo clarísimo que la voy a seguir ampliando.



En el último año y medio me he quitado de encima toneladas de prejuicios y creencias sobre mi forma de "ser" y he sentido mis miedos y actuado a pesar de ellos: pensaba que el deporte no era para mí y he descubierto que me encanta el trabajo corporal consciente y soy profesora de yoga, pensaba que no tenía oído y he aprendido que mi sistema principal de percepción es auditivo, que los idiomas me gustan por algo, que disfruto la música horrores y que puedo cantar genial (sí, sí, Cruz, estás leyendo bien). Y así, te podría dejar una lista kilométrica de todas las veces que me he superado desde que me comprometí conmigo misma a conocerme de verdad y decidí aceptarme y amarme incondicionalmente.

Lo que quiero contarte no es lo guay que es mi vida sino que cuando empecé el camino mi creencia base era "yo no puedo" y hoy la he cambiado por "si pude, puedo" y "si tú puedes, yo puedo". Y si yo he podido, te aseguro que tú también puedes. Y ¿sabes qué es lo que más me ha ayudado? la fuerza del grupo, los ánimos, el apoyo y el ejemplo de personas maravillosas que han ido apareciendo en mi vida desde que di mi primer paso.

El último ejemplo ha sido mi fin de semana en el alucinante Seminario Vivir sin Jefe (GUAU), de Sergio Fernández, donde he compartido momentos inolvidables con personas inolvidables y he disfrutado saliendo de mi zona de confort una y otra vez. En la foto puedes ver a Sergio con una flecha como la que yo (la más miedica que te puedas imaginar) logré romper con mi garganta gracias a la fuerza de mi grupo "guau". Y no veas lo que supone para mí haberlo hecho, nunca imaginé que sería capaz, estaba aterrorizada y descubrí que si me centro, me relajo y confío puedo hacer cualquier cosa por mucho miedo que me de.




Desde el momento en que empecé a aceptar y agradecer las partes de mí que menos me gustaban y dejé de luchar con ellas, ha sido sorprendente como he podido empezar a abrirme a sentir la realidad. He descubierto que todo lo que me rodea refleja mi interior, soy yo quien elijo a qué le presto atención: a la luz o a la oscuridad. Cuanto más brillo, más brillante es la vida y cuanto menos me juzgo menos juzgo a quienes me rodean y más puedo disfrutar de su luz.

Puedo vivir desde el miedo o desde el amor, yo decido a cada momento...



El cambio empieza en mí y cuando yo cambio, todo cambia.
Un abrazo enorme,
Silvia