domingo, 6 de noviembre de 2011

Conócete a ti misma

¡Hola por fin!

Tras un tiempo de retiro espiritual he decidido volver a mostrarme. Estas últimas semanas he estado atravesando mi desierto personal y como las emociones que sentía eran básicamente una tristeza enorme y un miedo terrible no tenía ningún deseo de hacer entradas en el blog.

Me he dado cuenta de que mi maravillosa sonrisa profidén lleva años ocultando unos sentimientos que no me permitía a mí misma ni sentir plenamente ni mucho menos mostrar a los demás. He llorado mucho, me he aislado bastante, he leído un montón y he buscado el apoyo de los que quiero, aunque me cuesta horrores pedir ayuda a los demás porque llevo mucho tiempo interpretando el papel de "yo puedo con todo solita".

Lo que he experimentado lo define muy bien Christiane Northrup en su precioso libro "Cuerpo de mujer, Sabiduría de mujer": necesitaba sentir mis sentimientos, reconocer las pérdidas y cambios que he pasado y darme para ello el tiempo y el espacio necesarios, me he "desmoronado para avanzar".

También he descubierto que siento una verguenza espantosa a mostrarme ante las personas con las que no tengo confianza y que mi timidez y miedo al qué pensarán de mí si hago esto o aquello me han limitado enormemente. A partir del preciso momento en que me hago consciente de esto, puedo elegir si sigo así o decido cambiarlo y ya sabes que "Zaskandil, el cambio empieza en ti" es mi lema.

Te dejo una cita que me encanta de Ralp Waldo Emerson:

"Acaba cada día y dalo por terminado,
has hecho lo que podías.
Sin duda habrá habido errores y absurdos,
olvídalos lo antes posible.
Mañana será un nuevo día: empiézalo bien,
con serenidad y con tanto ánimo
que no lo empañen las nimiedades de ayer."

Hasta mañana, te mando un abrazo gordo lleno de energía,
Silvia

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