Los bebés tienen una respiración abdominal, amplia y generosa que cambia a medida que van cumpliendo años y pasa a dirigirse a la parte alta del pecho, perdiendo amplitud y entrecortándose.
El diafragma va perdiendo flexibilidad debido al agarrotamiento de la musculatura, que provoca bloqueos crónicos de las vías respiratorias. La memoria emocional está anclada en el aparato neuromuscular y el estrés, el miedo o un alto nivel de exigencia van disminuyendo la amplitud de nuestra respiración.
"El músculo más dificil de ejercitar es el músculo de soltar". Los bloqueos musculares no se resuelven de la noche a la mañana pero si adquirimos el hábito de tomar conciencia de nuestro patrón respiratorio tres veces al día estaremos dando un paso de gigante.
Con una buena respiración, consciente y voluntaria, te haces dueño de tu vida. Si consigues respirar de una manera profunda y rítmicamente adecuada, te sentirás mejor físicamente y más positivo a nivel emocional. Inspirar profundamente te revitalizará, alargar la espiración te ayudará a relajarte y si igualas la inspiración y la espiración te sentirás más equilibrado.
Te dejo un vídeo por si te apetece "darte un respiro", te recomiendo que tomes y expulses el aire por la nariz:
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