viernes, 10 de febrero de 2012

Alineación o alienación

¡¡¡Hola!!!

Tras un tiempo sin escribir en el blog hoy lo hago con muchísimas ganas.

El tema parte de un buenísimo artículo de Ignacio Álvarez de Mon, de hace ya varios años, que en su momento me encantó y que ahora ha vuelto a mi vida, por algo será...

El autor trataba el tema desde una perspectiva empresarial pero se aplica a todos los ámbitos y a mí me ha ayudado a cuestionarme mi forma de ser y la educación que le doy a Pilar.

Alineación es la capacidad de una organización (empresa, familia, sociedad,...) de integrar coordinadamente los esfuerzos de todos y cada uno de sus miembros en pos de unos mismos valores y objetivos. El reto es conseguir que esta unidad de pensamiento y acción surja sin el sometimiento de la parte más débil, el individuo normalmente, que con el sometimiento se anula y colabora en el empobrecimiento y embrutecimiento de la organización.

Alienación es la pérdida de conexión del individuo con su ser más profundo, la anulación de su capacidad crítica y de pensamiento autónomo. El factor clave es la obediencia o sumisión del individuo a una autoridad externa, renunciando a asumir la responsabilidad de sus actos. La persona cede su poder y deja de pensar, cuestionar, profundizar, innovar, crear, discutir, contradecir, contrastar,...deja de sentirse responsable de sus actos, sólo se siente responsable frente a la autoridad que le dirige.

El artículo explica los experimentos llevados a cabo por Stanley Milgram para estudiar cuánto influye la obediencia en la conducta de las personas, sobre todo en situaciones de tensión. Los resultados son espeluznantes y concluyen que casi dos tercios de los participantes eran "sujetos obedientes", capaces de torturar a otro ser humano por no contar con recursos suficientes para oponerse a la autoridad que se lo ordenaba.

Cuando somos incapaces de reconocernos, valorarnos y hacernos valer como entidad única, diferente, independiente y responsable nos deshumanizamos y diluímos nuestra responsabilidad en un mar colectivo, organizativo y burocrático que todo lo engulle..."así son las cosas", "yo soy un mandao", "las normas son las normas", "siempre se ha hecho así", "mi jefe es un inútil", "los políticos son los responsables", "los bancos tienen la culpa",...Somos víctimas.

Existe otra opción, podemos ser protagonistas de nuestra vida, comprometernos con nosotros mismos a ser auténticos. Podemos invertir tiempo y esfuerzo en un proceso de reflexión, análisis e introspección para hacernos conscientes de cuáles son nuestros valores reales y cómo podemos ser fieles a los mismos aunque eso suponga experimentar el rechazo de los demás en ocasiones. Podemos cambiar nuestras creencias si descubrimos que nos limitan.

Yo he elegido la segunda opción y mi principal estímulo es servir de modelo a mi hija. Los niños aprenden por imitación y ver reflejada mi cobardía y mi perfeccionismo en Pilar me ha hecho cuestionarme muchas cosas. Ella me da fuerzas para ser cada día una versión un poco mejorada de la verdadera Silvia y para atreverme a quitarme las capas con las que me he protegido durante tantos años...

Cuando quiero que Pilar haga algo, me descubro muchas veces utilizando la violencia de manera inconsciente en forma de amenazas, tonos de voz autoritarios, castigos, falta de atención,...y le pido disculpas...porque esos no son los valores en los que creo y estoy convencida de que existe otra manera de lograr las cosas. La alineación se logra mediante el diálogo verdadero, superando diferencias y buscando acuerdos que hagan ganar a las dos partes, con amor.

De verdad creo que "hay que obedecer a los mayores" es una frase absurda y peligrosa y que prefiero "hay que amar y respetar a los pequeños", ellos no tienen recursos para defenderse de una autoridad que muchas veces los obliga a desconectarse para sobrevivir. Cuando enseñamos a nuestros hijos a obedecer ciegamente a padres, maestros, abuelos, vecinos,... educamos individuos que son Milgram positivos cuando crecen y perpetuamos el ciclo de violencia inconsciente. Es más fácil criar ovejas que tigres pero ¿son libres y responsables las ovejas? ¿quién quieres que sea realmente?

Estoy convencida que la forma en que concebimos, gestamos, parimos y criamos a nuestros niños es la raiz de toda la violencia en el mundo adulto y creo que los mimos de mamá son la mejor receta para llegar a ser adultos amorosos, así que te dejo un vídeo precioso con una visión alegre de la crianza...


Un abrazo,
Silvia

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