martes, 20 de diciembre de 2011

¿Quién soy realmente?

¡¡¡Buenos días!!!

Hoy me he acordado de un cuento precioso que escuché hace tiempo en una charla de Fredy Kofman (muy recomendable) y que creo que encierra un mensaje para recordar: conócete a ti mismo, descubre lo que eres, deja de vivir como una oveja, eres un tigre.



¿Qué te parece? ¿Sigo actuando como una oveja, protegida por el rebaño o me arriesgo a ser yo misma y descubro mi verdadera naturaleza? ¿Sigo siendo pusilánime (alma pequeña) o me convierto en una tigresa majestuosa y magnánima (alma expandida)?

Las ovejas tienen miedo de estar solas, no rugen, sienten que las cosas "pasan" y que ellas no tienen ninguna responsabilidad, no pueden hacer nada para cambiarlas, la culpa de lo que sucede es siempre de otro, la oveja nunca tiene la culpa, es inocente. El problema de esta postura es que si soy inocente y no tengo nada que ver con el problema tampoco puedo tener nada que ver con la solución, soy una víctima de las circunstancias y me siento impotente, yo no elijo, las cosas me pasan...

El tigre elije lo que quiere hacer en función de las circunstancias que se le presenten y sabe que el resultado dependerá de sus acciones. El precio de esta elección es que debe experimentar la ansiedad que surge cuando tiene que tomar una decisión y cuando rinde cuentas del resultado de la misma.

Los rebaños de ovejas se manejan mejor que las manadas de tigres, las ovejas tienen miedo de estar solas, no rugen, hacen lo que decide el pastor y ponen su poder en manos de éste. Por eso la sociedad fomenta el papel de oveja y por eso educamos a nuestros hijos así (les enseñamos a obedecer a una autoridad externa en vez de a que se escuchen a si mismos).

El rugido que hace que una oveja se transforme en tigre es el momento en que se hace responsable de sus elecciones y de lo que le sucede, se hace protagonista de su vida.

Todos los seres humanos somos tigres y la mayoría vivimos como ovejas, rodeados de ovejas y temiendo a los tigres.

Atreverse a ver nuestros reflejos en quienes nos rodean nos ayuda a conocernos mejor. Los verdaderos maestros no nos dicen lo que tenemos que hacer sino que nos sirven de reflejo para enseñarnos lo que somos realmente, son modelos. Por eso es importante observar quiénes son nuestros modelos y qué modelo somos nosotros para los demás.

Nuestra libertad consiste en que siempre podemos elegir si actuamos como oveja o como tigre...

Muchos besos,
Silvia tigresa

2 comentarios:

  1. Querida hermana:
    Siguiendo tus sabias palabras, también me he convertido en una tigresa. ¡Vaya familia! Grrrrrrrrrrrr

    ResponderEliminar
  2. Grrrrrrrr!!!!!
    Un abrazo gordo de tigresa a tigresa, je,je,...

    ResponderEliminar

Gracias por enriquecerme con tu punto de vista